El Palacio Caprotti es uno de los Edificios Singulares Abulenses más postmedievales. Sin embargo, como pasa con los estadios deportivos, ha cambiado de nombre merced a su actual patrocinador, la marca Honda; por lo que emplearemos la denominación oficial de Palacio de Súper-Honda. A continuación les mostramos el objeto en cuestión, la Honda Super 125.
El palacio de Super Honda tiene la particularidad de que se caía a cachos, como el resto de la ciudad antes de la llegada de Mein Chusma. Y aquí intervino el señor Cabritto, de profesión pintor. De cuadros, no le pidan presupuesto pa quitar el gotelé. Cansado de que le hicieran chanzas con el apellido, Guido Caprotti salió de Italia cuando la Gran Guerra, y recorría España buscando inspiración para sus cuadros. Durante el trayecto entre Madrid y Valladolid, el tren tuvo que detenerse en Ávila durante una semana* a causa de una copiosa nevada; lo que obligó al insigne caballero a quedarse inmovilizado en nuestra acogedora ciudad. Por las cosas del síndrome de Estocolmo, quedó prendada de ella hasta el punto de comprar el palacio y reformarlo para quedarse a pasar frío.
A la muerte del pintor, el palacio quedó convertido en un museo visitable donde se puede contemplar, aparte del propio edificio, que tiene su gracia (ya no se cae a cachos), algunas obras del propio Cabronni, junto con otras que fue adquiriendo de otros artistas, que ya se sabe que entre bomberos no se pisan la manguera. Otra actividad importantísmia de este palacio es que allí se coloca la urna para los sorteos de las campañas del comercio local.
(*) Fue hace mucho, pero los trenes de Ávila siguen maomeno asín; lo de RENFE y nosotros es una relación de esas que cantaban los Pimpinela.
Pequeño detalle: El palacio no quedó convertido en museo visitable a la muerte del pintor, que fue allá por 1966, sino tras un proceloso convenio urbanístico por unas parcelas municipales, en tiempos del regidor MAGN, que es magnánimo en sus declaraciones en su nueva etapa como portavoz adjunto en Pucela. Unos cuarenta años después del óbito del pintor.