Segunda entrada consecutiva dedicada a Santa Teresa. Esta se denomina «Qué he hecho yo para merecer esto», y a diferencia de la anterior, su ubicación ya no es al 100% en la plaza de Santa Teresa, existen dudas de si está en esta plaza, o si eso ya es el Paseo del Rastro, o si sigue siendo la Calle San Segundo, o el jardín Rodríguez Almeida. Pero vamos, que está enfrente de la otra.
Si la primera estatua de la Tere, la que corona la palomilla, la muestra un poco extática y agarrando un libro cerrao; en ésta, con su pose, parece preguntar a los cielos «por qué a mí», sin duda, refiriéndose a la dispersión de sus restos. Porque, a pesar de que cuando veía próxima la muerte pidió ser enterrada en cualquier sitio bien tapado, poco le duró el descanso. Para empezar, murió el 4 de octubre de 1582, y fue enterrada al día siguiente, el 15 de octubre. Ni el calendario se portó bien.
Inicialmente fue sepultada donde le pilló la parca, en Alba de Tormes. El obispo de Ávila quiso trasladarla a nuestra ciudad, pero no contaba con que aquella localidad salmantina, si bien de menor rango que su episcopado, era la patria chica del ducado más famoso y jrande de España, y el duque le dijo al obispo que calladito estaba más guapo. Pero lo que no pudo evitar es que empezase el despiece…
Ronda de marcadores, minuto y resultado:
- El brazo izquierdo y el corazón, en unos relicarios junto al cuerpo incorrupto (o lo que queda), en Alba de Tormes.
- El pie derecho, parte de la mandíbula superior y del cráneo, y varios dientes están en Santa María della Scala y San Pancracio, Roma.
- Una mano en Lisboa.
- El ojo izquierdo y la otra mano (que Franco conservó hasta su muerte), en un convento de Ronda.
- Tráquea, en Nápoles
- Clavícula derecha y uno de sus dedos, en Bruselas (Bélgica)
- Clavícula izquierda, en el convento de San José de Ávila
- Dedo meñique de la mano izquierda: Iglesia-convento de la Santa (Ávila)
- Más dedos, en París (Nuestra Señora de Loreto), Sanlúcar de Barrameda, Roma (Convento de Medina Coeli), Sevilla, Gante, Amberes.
- Una costilla en el Desierto de Sant Angelo (Lombardía)
- Muelas, dientes y uñas, en Toledo, Santiago de Compostela, Puebla (Méjico), Milán, Nápoles Malagón.
- Trozos de carne, en los conventos de Carmelitas descalzas de Madrid, Valladolid, Malagón, Salamanca, Segovia. Beas de Segura, Villanueva de la Jara, catedral de Nápoles, basílica de Santa María la Mayor de Roma.
- Trozos de huesos, en los conventos de carmelitas descalzas de Palencia y Sevilla.
La escultura, para no sufrir el mismo destino, está realizada en pedrusco postmedieval del caro. Y forma parte de un grupo escultórico (al parecer, venía incluido en el precio) que se complementa con un obelisco-chirimbolo que se encuentra detrás, y que detallaremos en el siguiente post.
los santos son como los gorrinos, se aprovecha todo 🙂