
La Cubierta Multiusos es un edificio milimétricamente encajado entre los dos anteriores posts de este blog, la plaza de toros y el Adolfo Stadium. «Pues ha quedao niquelao», cuentan que pronunció el alcalde el día de la inauguración. Con base de bloques de hormigón y techumbre metálica, establece un contrapunto estilístico que distorsiona ferpectamente con el de los dos edificios a los que avasalla.
En general, el urbanismo de Ávila siempre ha sido un poco así; prueba de ello son los barrios planificados durante el pelotazo de la construcción; es como si tres arquitectos hubiesen mezclado los planos que proyectaba cada uno, uno con calles ortogonales como en el Eixample, otro respetando los antiguos caminos y parcelas preexistentes, y otro que trataba de emular a Niemeyer con el trazado cipótico-palomero de Brasilia. Y luego ya, más recientemente, alguien dijo «no hay huevos a meter un carril bici por aquí».
Al menos, aquí no molestamos a viviendas cercanas habitadas, como han hecho con el estadio de la Cerámica en Villarreal, tras su «proceso de expansión», que ha dejado a muchos vecinos con una enorme pared amarilla frente a sus ventanas.