Como dijo el sabio, «la cencia no se ace sola, ahi que acerla». Y en esta rotonda, denominada Glorieta Isabelo Álvarez, se ubica uno de los monumentos más centiéficos de Ávila, el monumento al Bosón de Higgs, inaugurado recientemente. Siguiendo la moda, está realizado en fierro morroñoso; pero con la particularidad de utilizar nuestro pavimento favorito -¡el adoquín!- como medio de expresión artít-tica.
Como podrán observar vuesas mercedes, el bosón es una partícula fundamental, representada por la esfera morroñosa que saldría disparada desde nuestro LHC (Large Hadroquin Collider) para ser detectada con su campo asociado (representado por una figura envolvente espiralidosa, también de fierro morroñoso). Junto con los adoquines, hasta la señal de tráfico parece participar en este bello homenaje, indicando cómo giran los haces de partículas a velocidades rapidísmias, siguiendo los caminos marcados por los campos magnéticos y (en su caso) la policía municipal.
Las partículas pueden salir disparadas hacia la C/Canteros, al Paseo de la Encarnación, al Paseo del Cementerio en dirección Ávila, al Jardín de la Viña, a la C/Félix Rodríguez de la Fuente, o al Paseo del Cementerio en dirección al susodicho. Todo es supersimétrico en esta rotonda. Incluso los adoquines están mejor colocados que en algunas calles.
Muy bien mirao.
Ahora, sí se pregunta a los niños, (que saben poco de botones, y eso), coinciden en ver no tanto lo que usté dice como una estupenda calabaza.
Se ve clarísimo que es un bosón, mire vd. cómo sonríe…