Nuestros PostHornos más PostFamosos

Llegamos a la quincuagésima entrada de este museo, con un especial, especialmente dedicado al cartel que traigo ante sus fauces: «Hornos Postmedievales». Se ubica en la Calle del Marqués de Santo Domingo, justo a la entrada de los Hornos Postmedievales, en la zona baja del recinto amurallado, muy cerca de uno de los accesos para la visitación de la muralla.

Quede claro que el monumento es EL CARTEL (o, para ser más exactos, la expresión en él contenida), que es el que está en la calle, no los susodichos hornos, que por encontrarse en el interior de un entresuelo adaptado para usos museísticos, no cumplen el principal requisito de esta página. Los hornos pueden visitarse abonando el precio de la entrada y penetrando en el interior durante el horario que se indica. O mirando por los ventanales, lo que ustedes prefieran.

Los hornos, vistos desde la época actual, por la ventana.

Como ya conocerán los visitantes de este museo, la palabra «postmedieval» es una de nuestras favoritas, empleada para describir cualquier artefacto arqueológico aparecido en este nuestro bló. Ávila es muy postmedieval y mucho postmedieval. Algunos pensarían que nos la inventábamos, pero, como habrán podido ver, el 80% de lo que les hemos ido contando en estas paginas es cierto y 80% restante, si acaso, se puede considerar licencia poética.

A lo que vamos. Los prefijos «pre» y «post» pueden tener sentido en determinados contextos. Se puede hablar de un chisme preincaico o posclásico, hablando de civilizaciones/periodos de los que se conoce menos que de los que se toman como referencia. Vale. Existe, poejemplo, la acepción «postmoderno», para describir a determinados individuos o a su producción artística, pero en este caso es por su antagonismo con el periodo anterior, incluyendo -no me negarán- cierta rechifla en su significado: «se oponen a los llamados ‘modernos’ pero no saben ni lo que son, porque tampoco tienen mucho más en común».

Pero esto de decir que hemos encontrao un «horno postmedieval» es, como la canción de las Spice Girls, «wannabe», en el sentido de «querer y no poder». Si los hornos son del XVI, no son medievales. Y punto. Que son postmedievales: sí. Pero también postvisigodos, postneanderthales y postjurásicos. Búsquense otra expresión; para una vez que esquivamos lo de «de Santa Teresa»… Hornos de alfarería renacentista, Talleres Artesanales del Siglo de Oro, Hornos Viejunos de Cohone, «Botijos Lope, est. 1542», Antiguos Hornos Intramuros.

Desde este bló aceptaríamos, y de hecho recomendamos, sin embargo, denominar «Mercado Postmedieval» a ese carnaval con cosas que los abulenses celebramos al final del verano*. Miren, ahí igual sí que está bien aplicado.

Enlace al mapa

(*) Seguro que @gbuenadicha prefiere algo más clarificador, como «simulación de mercado pocomedieval en diferido sin aparcabicis». Pero nunca llueve a gusto de todos.

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