El senderismo (también conocido como trekking, en su facción más prolongada) es un deporte que consiste en caminar por veredas, trochas, cañadas reales, vías interurbanas suficientemente iluminadas y en general por cualquier sitio, lo que importa es que lleves pinta de senderista. La distancia no es un condicionante; yo a veces he caminado kilómetros por los pasillos del carreful, tratando de encontrar tó lo que llevo en la lista de la compra, y eso no se considera senderismo. Por seguir acotando, cuando en el senderismo hay que trepar, se considera montañismo, que ya lo hemos explicao en el post anterior.
El senderismo es un deporte que, desde esta bitácora, desaconsejamos. Básicamente, porque no hay nada que ganar y sí mucho que perder: las gafas de sol, la navaja suiza (que te la dejaste donde paraste a merendar), los dientes o la vida. No exagero, la Sierra de Gredos tiene un amplio historial de senderistas que han dejado para siempre el senderismo allí arriba, o al menos las han pasao más putas que el que se tragó las trébedes. Por un cambio de tiempo. Por deshidratación y fatiga. Por meterse en ese río de aguas cristalinas. Por empiornarse* y llegar a uno de los casos anteriores**. También está el peligro de meterse por una zona donde estén cazando jabalíes y ser alcanzado por una bala perdida o por un jabalí cabreao.
Además, qué leches, es que caminar lo hacemos (casi) todos (casi) todos los días, pero el senderista se tiene que complicar la vida. Y llevar, como hemos dicho, pinta de senderista. Ropa de senderista. Palitos de caminar de senderista. Gadgets de senderista. Al principio bastaba con el morral y la bota de vino/cantimplora. Pero la cosa se fue complicando con toda un serie de productos… Para llevar comida o bebida senderística***. Para curarte las ampollas o pequeñas heridas. Para saber dónde estás. Para protegerte de las inclemencias del tiempo. Para sobrevivir a un apocalipsis zombie. Para poder realizar una cirugía intracraneal endoscópica.
Con el senderismo sucede como con el montañismo; si al principio fue un deporte asociado a las clases altas, que cantaban mientras se dirigían a montañas nevadas, actualmente se ha democratizado y lo practica gente de toda condición, que -por encontrar un denominador común- suele hacer gala de cierta conciencia ecológica, por lo que ya no es que no haya que dejar basuras, es que no hay que dejar ni huella de nuestro paso, y se valora ir observando e identificando -sin arrancar ni exterminar- las plantitas y los pajaritos que vamos viendo.
Por último, existe una variante del senderismo anterior al mesmo senderismo, relacionada con las peregrinaciones a lugares santos; que se sigue practicando y ha formado una especie de simbiosis con este deporte, intercambiando hábitos y practicantes. Es una moda que también desaconsejamos. No te vas a encontrar a tí mismo: tú ya estabas ahí. Y suele ser más bien una excusa para ponerse ciego a comer pulpo.
Por todo esto y más, aquí queda nuestra recomendación.
(*) Empiornarse es meterse por una vereda en una zona rica en piorno, planta que crece descontroladamente y llega a «tapar» los antiguos caminos, creando marañas de arbustos cada vez más cerradas, por lo poco a poco te va dificultando el caminar, incluso hasta obligarte a dar la vuelta (y tropezar con las ramas bajas). En Gredos «empiornar» es sinónimo de «complicar».
(**) El GREIM cada vez tiene que rescatar a más senderistas que montañeros. Desde que se inventaron los tracks del gepeese, la gente se mete en sitios para los que no está preparada. Recuerdo un día, bajando del Morezón*** con un amigo, que nos encontramos con una familia entera, con los niños, la abuela, etc, y calzados con playeras. Me pregunta el cabeza de familia: «por favor, ¿para hacer la integral del Circo?». A ver… Es una ruta que bordea el susodicho accidente geográfico postglaciar cresteando por lo alto de las montañas. Tiene zonas complicadas y que acojonan bastante. Echas el día para hacerlo; eso, si sabes ir y tienes muchas piernas****. NO ES UN SITIO AL QUE VAS PREGUNTANDO, COMO A LA OFICINA DE TURISMO, Y MENOS EMPEZANDO AL MEDIODÍA.
Les indiqué el camino. Valoro la información y la libertad de elección.
(***) Los senderistas comemos cosas especiales. Frutos secos, barritas energéticas, fruta desconchilizada, geles protéicos carbohidráticos mutantes, y cosas así. Es para que se sepa que somos senderistas.
(****) Bueno, dos piernas, pero acostumbradas a triscar por los riscos con paso seguro.