Apurar los pianos al límite es lo que tiene

Nuestra rotonda de hoy no tiene nada de singular, pero es una muestra de cómo en algunos casos algunos conductores han de apurar las rotondas al límite del trazado, provocando simpáticos desperfectos. Se ubica en el Paseo de la Estación (antiguamente, Avda de José Antonio, psente), casi al final de la misma, en la confluencia con las calles del Ferrocarril y Banderas de Castilla*.

En ella, muchos conductores -sobre todo de vehículos largos- imitan a Fernando Alonso en Ímola, y se suben al adoquinado de la rotonda para mejorar el tiempo de paso por curva. El resultado está a la vista, la señal de rotonda presenta -a la vez- azimut y alabeo. Probablemente haya sido enderezada bastantes veces, pero en el momento actual adolece de la enfermedad de La Peyronie.

Otro defecto de la rotonda es su falta de redondez, ya que la rotonda se ha estirajao para adaptarse al hecho de que las calles Ferrocarril y Banderas no estén la una en frente de la otra, Ávila está llena de imperdonables faltas de ortogonalidad. En este blog siempre defenderemos las rotondas perfectamente circulares y la tortilla de patata con cebolla. ¡Vivaspaña!

Enlace al mapa.

(*) Habrá muchas banderas en Castilla, pero esas «banderas» son una metonimia para designar a las unidades de voluntarios falangistas en la Guerra Civil, al modo de la legión. En Ávila tenemos mucha memoria histórica.

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