Por ser hoy mi cumpleaños, el Ávila Road Museum trae una entrada especial (no me apetecía trabajar mucho). La primera que no se ubica en una rotonda, porque entonces no existían; pero sí es un icono muy carreteril. Se trata de un leguario, que se ubica en el antiguo camino a Madrid (actualmente, carretera de Ávila a El Espinar, denominada AV-500 en su sector abulense, y SG-500 en el sector segoviano, que está lleno de baches y sin arreglar porque los muy envidiosos no quieren que nos ahorremos la autopista de peaje).
Como pueden observar, la distancia entre Ávila y Madrid es de 19 leguas, que en la época postmedieval se tardaba dos o tres jornadas en recorrer; actualmente en tren puede que se tarde un poco más, sobre todo si intentas sacar los billetes en la web de Renfe.
El leguario ha sido merecidamente restaurado, y pueden comprobar que es más bonito que los chirimbolos de las rotondas de ahora.
Vaya! Con el reparamiento casi no lo reconozco. Muy lustroso ha quedado. Parece de metacrilato!
Han lustreado el tronco, pero no la picorota, lo que queda un tanto extraño, sí.